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Impuestos en Argentina y en otros países


Argentina paga impuestos altos. Para tener una medida de cuántos impuestos pagamos con respecto a lo que producimos, se suele tomar la cantidad de impuestos recaudados y se lo divide por el PBI del país. El problema de utilizar este número entre las distintas economías que entran en comparación es que puede haber diferencias significativas en el nivel de informalidad en sus transacciones económicas.



Por ejemplo, si tomamos la tasa de recaudación de impuestos sobre PBI de Noruega nos dá 38%, mientras que en Argentina ese número es 31,5%. Si sólo comparáramos estos números diríamos que en Argentina se pagan menos impuestos que en Noruega.


El tema es que quienes están en el sector informal no pagan impuestos, pero si están capturados en las estimaciones de PBI, entonces para tener una medida comparable es necesario ajustar el cálculo por informalidad: los impuestos recaerán sobre el sector formal de la economía.


Noruega posee una economía informal casi nula: 1% de su actividad está fuera de los registros. En Argentina, las estimaciones la ubican en torno al 36,3% de la actividad.



La Argentina posee para su sector formal, una tasa impositiva muy superior a la de Noruega: 49,45% vs 38,38%.


Si extendiéramos el análisis de ajuste por informalidad a un grupo de países, podremos leer correctamente y comparar las presiones impositivas que cada país le impone a quienes dentro de sus fronteras llevan adelante actividades formales:


De la muestra seleccionada, Argentina sólo es superada por Dinamarca en lo que hace a presión tributaria sobre su sector formal. No haremos en esta nota una valoración de la calidad de los impuestos cobrados (si son distorsivos o no, o algún tipo de valoración sobre la progresividad de los esquemas de cada país) o de los servicios públicos brindados como contraprestación, sin embargo, la presente nota disparará reflexiones en las próximas entregas acerca de nuestra relación con nuestros vecinos y competidores y de la capacidad que tiene el país de llevar adelante sus servicios públicos.


¡No se pierdan las próximas entregas de Superávit!

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